Cuando los seguidores dominicanos del género urbano solo tenían oídos para los exponentes boricuas, nadie hubiera imaginado que a partir del año 2005, esos mismos tímpanos optarían por escuchar las canciones criollas.
Canciones como “El Súper MC”, “Tú no eres de na¥”, “Se partió el lápiz” y “Ultimatun” sirvieron como de antesala para destruir el “Complejo de Guacanagarix”, ese de apoyar al extranjero más que el producto propio.
Lápiz Conciente, Vakeró, Joa y Tóxic Crow fueron los que desataron la euforia por la música urbana entre los fanáticos dominicanos.
Luego aparecerían los nuevos talentos que mantendrían la antorcha, esos cantantes fueron Poeta Callejero, Monkey Black y Shelow Shaq, quienes continuaron con la llamada “tiradera” que en ese momento sostenían al movimiento.
Poco a poco, la pegada de los artistas boricuas fueron disminuyendo debido a que cada vez más los fanáticos se enfocaban en sus compatriotas.
Con la llegada de Black Point y Mozart La Para a la escena, la consolidación de los dembowseros y la comercialización en los medios de comunicación; el género urbano se ha convertido en una realidad indiscutible en República Dominicana.
Como se ha dicho antes, lo único que falta para la aceptación final entre todas las élites del país es la internacionalización de esa música, tarea que está en proceso..